ortodoncia
Consulta odontológica preventiva en niños
Mientras que algunos de estos problemas susceptibles de aparecer están condicionados por la genética, otros son adquiridos debido a malos hábitos repetidos en el tiempo. Sea cual sea el origen, el ortodoncista será el especialista que trate los desajustes en el desarrollo de los dientes y los huesos de la cara. Por ese motivo, y aunque el niño no haya cumplido los seis años, se recomienda a los padres acudir a la consulta del ortodoncista en el caso de que perciban algún síntoma de que el desarrollo de la boca de su hijo no es el adecuado.
Sin embargo, aunque los padres permanezcan atentos al crecimiento de su hijo, puede ser que desconozcan los signos que indican la necesidad de llevar al niño al ortodoncista. Para hacer esta tarea de detección más fácil, a continuación enumeramos algunas de las señales de alarma más habituales:
1. Pérdida prematura o tardía de dientes de leche:
Debido a que las piezas de leche conservan el espacio que posteriormente van a ocupar los dientes permanentes, la pérdida temprana o tardía ocasiona desajustes en la dentición permanente. Por ejemplo, para evitar la pérdida prematura debido a caries se recomienda mantener una buena higiene así como una alimentación saludable
2. Problemas al masticar o morder
Aunque pueda parecer un gesto sin importancia, las muecas extrañas al masticar son con frecuencia la consecuencia de un problema en la masticación. Es posible que el niño mastique por un solo lado (masticación unilateral) y que esa falta de equilibrio pueda generar dolores en la cabeza o el cuello así como originar una mordida cruzada
3. Excesivo espacio entre los dientes
Puede producirse porque no hay suficientes dientes, porque éstos son pequeños o porque el arco dental es muy ancho
4. Erupción tardía de las piezas dentales
El retraso en la formación de los dientes puede ocurrir en un lado o en ambos lados del arco dental. La salida de los primeros dientes temporales se produce alrededor de los 8 meses de edad, mientras que los dientes permanentes comienzan su erupción a partir de los 7 años. Como norma general, se podría considerar que existe un retraso en el desarrollo de la dentición temporal cuando el primer diente primario aparece una vez que el niño ha cumplido su primer año o cuando tiene más de 8 años, en el caso de la dentición permanente. Aún así, hay que tener en cuenta que incluso hay personas que llegan a la edad adulta con dientes que no han erupcionado (agenesia)
5. Apiñamiento, dientes desplazados o piezas que no encajan bien
Lo ideal es que los dientes superiores encajan con los inferiores. El problema de alineamiento puede ser debido a un arco dental pequeño o a unos dientes grandes
6. Succión del pulgar (o de cualquier otro dedo) de manera prolongada
Succionar el pulgar de manera continuada deriva en la inclinación de los dientes posteriores hacia delante, al tiempo que los dientes inferiores son llevados hacia atrás. Esto da lugar a una mordida abierta en la que los dientes incisivos superiores e inferiores no contactan
7. Ruido al abrir y cerrar la mandíbula
Los desordenes mandibulares, que se manifiestan mediante ruidos o chasquidos al abrir y cerrar la boca o al masticar, pueden derivar en dolores de cabeza o cuello que los padres no suelen relacionar con la boca
8. Mandíbulas o dientes que tienen un tamaño desproporcionado en la cara
Se puede detectar por la falta de armonía en el rostro
9. Dificultades al hablar o pronunciar
Hay ocasiones en las que se interpone demasiado la lengua y eso da lugar a una falta de naturalidad a la hora de hablar. Además de consultar con el logopeda, se recomienda acudir al ortodoncista
10. Respiración a través de la boca en lugar de la nariz
Puede ser un síntoma de mordida abierta ya que los labios no cierran correctamente
11. Dientes superiores que sobresalen
Puede revelar un mal encaje de las piezas posteriores o un desarrollo irregular de las mandíbulas superior e inferior. El hábito de succionar el dedo pulgar (o cualquier otro) está relacionado con este problema
12. Dientes inferiores que sobresalen:
Al igual que en el caso anterior, puede deberse a un crecimiento desigual de las mandíbulas
En el caso de que te estés preguntando si deberías llevar a tu hijo al ortodoncista o hayas notado alguno de estos síntomas descritos anteriormente, te recomendamos acudir a una primera consulta para que nuestro equipo de ortodoncia le valore sin compromiso y puedas salir de dudas.
Fuente: FB Odontología
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